Llevar a tu gato al veterinario puede convertirse en toda una odisea si no está acostumbrado a salir de casa. Los felinos son animales de rutinas y, para ellos, un viaje en coche o un cambio de entorno puede generar ansiedad.
Sin embargo, con las técnicas y herramientas correctas, puedes hacer que esta experiencia sea mucho más tranquila y segura.

1. Elige la transportadora adecuada
El primer paso para transportar a tu gato de forma segura es contar con una transportadora resistente, ventilada y del tamaño apropiado.
Debe ser lo suficientemente amplia para que pueda girar y recostarse cómodamente, pero no tan grande que se mueva dentro durante el trayecto.
Aquí puedes encontrar una selección de transportadora para gatos de calidad para distintos gustos y necesidades.
2. Acostumbra a tu gato a la transportadora
No esperes al día de la cita para que tu gato la vea por primera vez.
Coloca la transportadora en casa varios días antes, con la puerta abierta, una manta suave y algún juguete o premio en su interior.
Esto hará que la asocie con un lugar seguro y no con una experiencia negativa.
3. Usa feromonas o aromas relajantes
Las feromonas sintéticas en spray o difusor pueden ayudar a reducir la ansiedad. Rocía ligeramente la manta dentro de la transportadora unos 15 minutos antes de meter a tu gato.
4. Planifica el traslado
Lleva la transportadora sujeta y en posición horizontal. Evita movimientos bruscos y ruidos fuertes.
Si vas en coche, sujétala con el cinturón de seguridad y procura que el ambiente esté tranquilo, sin música alta.
5. Al llegar al veterinario
Mantén la transportadora cerrada hasta que estés dentro de la consulta y el veterinario te indique abrirla. Esto evita fugas y accidentes.
Si el lugar tiene sala de espera para perros y gatos por separado, ubícate en la zona felina para que tu mascota esté más relajada.

✅ Tip extra: Si tu gato es muy nervioso, habla con tu veterinario sobre el uso de ansiolíticos suaves o estrategias de manejo felino.